El origen de la almazara, surge gracias a la curiosidad por el mundo del aceite, el amor por el campo y la necesidad de lograr un claro objetivo: conseguir un auténtico "zumo natural de aceituna de la máxima calidad".
Así en el 2000 se impulsa la creación de esta almazara cuyo objetivo principal es el aunar esfuerzos para poder ofrecer un producto de características únicas a los clientes más entendidos de cualquier parte del mundo. Consigue unas 22 hectáreas de terreno en la que conviven más de 4.500 olivos de las variedades: Cornicabra, Picual, Manzanilla, Arbequina y la recién implantada variedad italiana Frantoio, y construye una almazara en la finca, persiguiendo acercarse al concepto medieval.